Tubería para aire comprimido

En Ucersa somos especialistas en soluciones de canalización para redes neumáticas. Disponemos de tubería para aire comprimido en múltiples materiales: aluminio, cobre, poliuretano, PVC, poliamida y más. Nuestras soluciones están diseñadas para garantizar seguridad, caudal óptimo y eficiencia energética en instalaciones industriales de todo tipo.

Venta de tubos para aire comprimido con certificación industrial

Ofrecemos una gama completa de tuberías homologadas para aire comprimido, adecuadas para baja, media y alta presión. Disponibles en formatos rígidos y flexibles, nuestras tuberías se adaptan a distintos entornos y exigencias técnicas: talleres, líneas de producción, automatización y maquinaria industrial. Contamos con componentes adicionales como racores, válvulas, filtros y purgas electrónicas para una instalación completa. Nuestro equipo técnico te asesora en el cálculo de secciones, velocidades y distribución según tu sistema neumático.

Proveedores de sistemas de canalización para aire comprimido

Con más de 40 años de experiencia, en Ucersa desarrollamos soluciones a medida para instalaciones neumáticas industriales. Dimensionamos, diseñamos y suministramos tuberías de aire comprimido con enfoque en rendimiento, durabilidad y mínima pérdida de carga. Evaluamos condiciones como presión, caudal y resistencia química para seleccionar el material más adecuado (aluminio, cobre, PVC, poliamida o poliuretano). Nuestro servicio incluye asesoramiento técnico, suministro inmediato y soporte postventa.

Preguntas frecuentes sobre tuberías de aire comprimido

¿Qué tipo de tubo se utiliza para aire comprimido?

Dependiendo del entorno y presión, se usan tubos de aluminio, cobre, poliamida, PVC o poliuretano. El aluminio es el más equilibrado entre rendimiento, durabilidad y ligereza.

Lo recomendable es no superar los 6–8 m/s en líneas principales y 15–20 m/s en ramales, para evitar pérdidas y ruidos. En Ucersa ayudamos a dimensionar correctamente tu red.

Se analiza la demanda de caudal, presión de trabajo, distancia de la red y número de puntos de consumo. A partir de ahí se elige el diámetro de la tubería y tipo de material.

Las rígidas (como aluminio o cobre) ofrecen menos pérdida de carga y mayor durabilidad. Las flexibles (como poliuretano o PVC) son útiles en zonas móviles o de difícil acceso.