Sistemas de renovación de aire en la industria: normativa y soluciones

La renovación del aire en espacios industriales no solo es una cuestión de confort, sino un factor decisivo para garantizar la salud de los trabajadores, la calidad de los procesos productivos y el cumplimiento normativo. En este artículo analizamos en profundidad qué implica un sistema de renovación de aire, qué exige la normativa actual y cómo se aplican estas soluciones en sectores como el cerámico, alimentario o logístico.

¿Qué es un sistema de renovación de aire y para qué sirve?

Autor/a: David Monferrer Fecha de publicación: 14/04/2025 Última edición: 25/04/2025

Ingeniería industrial

Un sistema de renovación de aire tiene como objetivo extraer el aire viciado del interior de una nave o espacio industrial e introducir aire limpio del exterior. Esto no solo contribuye a mejorar la calidad del aire interior, sino que también regula parámetros esenciales como la humedad, temperatura, presión atmosférica y la concentración de contaminantes.

En un entorno industrial, donde la actividad genera partículas en suspensión, calor, gases o incluso compuestos químicos, la renovación de aire es un componente esencial para:

  • Proteger la salud del personal.
  • Mantener procesos productivos estables.
  • Cumplir con las exigencias normativas en seguridad y eficiencia energética.

 

✅ Las 4 claves para optimizar la renovación de aire en entornos industriales

  • Reducción de hasta un 90% de partículas en suspensión gracias a sistemas bien diseñados de ventilación y filtrado.
  • Ventilación mecánica con control inteligente frente a la natural: eficiencia energética y caudales ajustables según ocupación o actividad.
  • Normativa CTE y RITE como referencia técnica para el correcto dimensionado del sistema según caudal, temperatura y calidad del aire.
  • Sistemas combinados de ventilación, aspiración y refrigeración para un ambiente más saludable y productivo en la nave.

 

Diferencia entre ventilación y renovación de aire

Aunque se usan como sinónimos, ventilación y renovación de aire no son lo mismo. La ventilación se refiere al movimiento del aire, mientras que la renovación se enfoca específicamente en la sustitución del aire interior por aire nuevo del exterior. En entornos cerrados, confiar únicamente en ventilación natural puede no ser suficiente para garantizar una atmósfera saludable y conforme a normativa.

Tipos de renovación de aire: natural vs mecánica

La renovación natural se basa en aberturas pasivas, ventanas, lucernarios o rejillas que permiten el intercambio de aire por diferencia de presión o temperatura. Si bien es económica, resulta poco fiable y limitada en eficiencia, especialmente en naves industriales.

La renovación mecánica, en cambio, emplea ventiladores industriales, conductos y sistemas de control automatizados que permiten regular el caudal de aire, su filtración, temperatura o humedad. Esta es la solución más común en instalaciones industriales por su fiabilidad, versatilidad y posibilidad de integración con otros sistemas técnicos.

Beneficios de un buen sistema de renovación de aire industrial

Una renovación de aire bien planteada ofrece beneficios tanto operativos como sanitarios y regulatorios:

  • Mejora la calidad del aire interior reduciendo gases nocivos, partículas y CO₂.
  • Aumenta la eficiencia energética al equilibrar la carga térmica y facilitar la recuperación de calor.
  • Protege la salud del personal evitando exposición a sustancias tóxicas o alérgenos.
  • Prolonga la vida útil de maquinaria y equipos evitando acumulación de polvo o corrosión.
  • Cumple con los requisitos normativos del CTE y el RITE.
  • Aporta confort térmico, clave para la productividad en jornadas prolongadas.

 

"La ventilación proporciona una mejor calidad del aire interior y beneficios para la salud al reducir los niveles de otros contaminantes interiores, como las partículas (PM), los compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés), y los contaminantes biológicos (incluyendo los virus respiratorios)."

Fuente: EPA – Ventilación y virus respiratorios

 

Normativa sobre renovación del aire en instalaciones industriales

En España, el diseño y mantenimiento de sistemas de ventilación y renovación de aire está regulado principalmente por:

Código Técnico de la Edificación (CTE) y el RITE

El CTE, en su documento básico DB HS 3, establece los caudales mínimos de aire exterior para garantizar la calidad del aire interior en función del uso del edificio y la densidad de ocupación.

Por su parte, el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios), regula las instalaciones térmicas de edificios y establece exigencias en eficiencia energética, calidad del aire, mantenimiento y control higiénico de sistemas de climatización y ventilación.

Ambas normativas fijan parámetros que deben cumplir las instalaciones industriales, como:

  • Caudales mínimos de ventilación según ocupación.
  • Límites de temperatura y humedad relativa en el ambiente.
  • Criterios de eficiencia energética en los sistemas de ventilación mecánica.

Cambios de aire por hora y parámetros exigidos

Uno de los conceptos clave en esta normativa es la tasa de cambios de aire por hora (ACH), que mide cuántas veces se renueva el volumen de aire total de un espacio en una hora. En naves industriales, los valores típicos son:

  • 3 a 6 ACH en zonas generales de producción.
  • 8 a 15 ACH o más en áreas con alta carga contaminante (polvo, gases, vapores).

Estos valores pueden variar según el tipo de proceso, la ocupación y la legislación autonómica o sectorial específica.

¿Cómo se dimensiona un sistema de renovación de aire?

Diseñar un sistema de renovación de aire requiere un análisis técnico previo. Cada espacio tiene particularidades que afectan el volumen de aire a renovar, el tipo de contaminantes y la eficiencia deseada.

El cálculo debe tener en cuenta:

  1. El volumen útil del espacio y la altura del local: no basta con conocer la superficie en planta de una nave, es fundamental calcular su volumen total. Espacios con techos altos o formas irregulares requieren un estudio más detallado para evitar zonas muertas o falta de renovación en puntos críticos.
  2. El tipo de actividad y fuentes de emisión de contaminantes: cada proceso industrial genera diferentes cargas contaminantes: polvo, vapores, gases, calor, humedad… Por ejemplo, una línea de esmaltado en cerámica o una zona de envasado en alimentación tendrá requisitos muy distintos a una zona de almacenamiento. Identificar la naturaleza y la intensidad de estos contaminantes es clave para definir el sistema de extracción y filtrado adecuado.
  3. El número de operarios y su densidad: la presencia humana también impacta en la calidad del aire. El CO₂, el calor corporal y la humedad generada por los trabajadores deben tenerse en cuenta en el cálculo de los caudales. En zonas con alta densidad de personal, la tasa de renovaciones por hora deberá ser mayor para mantener una atmósfera saludable.
  4. Los requerimientos térmicos del proceso productivo: hay procesos que generan calor (hornos, maquinaria de extrusión, compresores, etc.) y otros que necesitan mantener el ambiente a baja temperatura. El sistema de renovación debe tener en cuenta estas condiciones para no interferir negativamente en la estabilidad térmica, e incluso colaborar con sistemas de climatización o refrigeración industrial.
  5. Las condiciones climáticas externas: no es lo mismo diseñar un sistema en una zona cálida con alta humedad ambiental, que en un entorno seco y frío. El clima exterior influye en la estrategia de captación de aire, en la eficiencia de los intercambiadores de calor y en la necesidad de incorporar elementos como deshumidificadores o climatizadores.

En Ucersa llevamos a cabo auditorías técnicas personalizadas, utilizando herramientas de simulación y medición para garantizar que el sistema dimensionado se adapta a la realidad del espacio.

Soluciones de Ucersa para renovación de aire en naves industriales

En Ucersa ofrecemos soluciones completas para la renovación de aire en instalaciones industriales, adaptadas al tipo de actividad, normativa vigente y necesidades energéticas de cada cliente.

Ventiladores industriales y recuperación de calor

Usamos ventiladores centrífugos o axiales según los requerimientos de caudal, presión y tipo de aire (limpio, polvoriento o contaminado). Además, incorporamos:

  • Sistemas con recuperación de calor (HRV y ERV), que permiten reducir el gasto energético utilizando el calor del aire extraído.
  • Sensores para controlar en tiempo real los niveles de CO₂, temperatura y partículas.
  • Integración con sistemas de refrigeración industrial, como el sistema ENEA, que elimina el agua como refrigerante en prensas hidráulicas.

Proyectos llave en mano con integración de sistemas

Uno de los grandes diferenciales de Ucersa frente a otros proveedores del sector es nuestra capacidad para ofrecer proyectos llave en mano totalmente integrados. Esto significa que no solo diseñamos e instalamos sistemas de renovación de aire, sino que los integramos de forma coordinada con otras áreas técnicas críticas dentro de la planta, asegurando así el máximo rendimiento, eficiencia energética y cumplimiento normativo desde el primer día de funcionamiento.

Cada proyecto se gestiona con un enfoque de ingeniería 360°, donde nuestro equipo acompaña al cliente en todas las fases:

  • Estudio técnico previo y diagnóstico in situ: Evaluamos las condiciones reales de la instalación (procesos, cargas térmicas, contaminantes, normativa aplicable) y desarrollamos una propuesta personalizada.
  • Diseño del sistema a medida: Definimos caudales, distribución de puntos de entrada/salida, dimensionamiento de equipos y compatibilidad con otros sistemas ya existentes.
  • Ejecución de obra técnica: Nuestro equipo propio se encarga de la instalación completa, cumpliendo con todos los estándares de seguridad y calidad industrial.
    Legalización, certificaciones e inspecciones. Asumimos la gestión documental para garantizar que la instalación cumple con la legislación vigente, como el RITE, el CTE o los requisitos autonómicos de seguridad industrial.
  • Mantenimiento postventa y soporte técnico: Implementamos planes de mantenimiento preventivo y correctivo, con recambios originales, soporte remoto y atención rápida en caso de averías.

Casos de aplicación práctica en sectores industriales

Industria cerámica y alimentaria

En la industria cerámica, el polvo generado durante la manipulación de materias primas o procesos de atomización obliga a renovar el aire constantemente. Para esto, es crucial el diseño de sistemas que combinan ventilación mecánica con filtrado en varias etapas, adaptados a altas temperaturas, atmósferas abrasivas o zonas de producción con turnos intensivos.

En la industria alimentaria, además de renovar el aire, se deben evitar contaminaciones cruzadas, olores o humedades no controladas. Las soluciones incluyen filtración absoluta (HEPA), presurización de espacios limpios y control higrométrico para cumplir con los estándares de seguridad alimentaria más estrictos.

Espacios de producción y almacenamiento

En áreas de producción general o almacenes logísticos, una renovación de aire adecuada previene:

  • Condensaciones perjudiciales en productos o estructuras.
  • Deterioro de materiales sensibles (papel, cartón, componentes electrónicos).
  • Acumulación de gases como CO₂, especialmente en zonas poco ventiladas.


Nuestros sistemas están diseñados para integrarse con la operativa del cliente, asegurando una renovación constante, discreta y eficiente, incluso en espacios de gran volumen.

Preguntas frecuentes sobre sistemas de renovación de aire industrial

Depende del tipo de actividad, carga contaminante y volumen del espacio. Lo habitual oscila entre 3 y 8 cambios por hora, y hasta 15 en casos críticos.

Se calcula dividiendo el caudal de aire renovado (m³/h) entre el volumen del espacio (m³). Esto da como resultado la tasa de cambios de aire por hora (ACH), parámetro clave en diseño industrial.

La renovación debe ser continua durante los periodos de actividad. Un buen sistema ajusta su funcionamiento en función del horario, el nivel de ocupación o la concentración de contaminantes.

Pueden incluir:

  • Acumulación de gases o partículas tóxicas.

  • Deterioro de productos o equipos.

  • Aumento de la humedad y aparición de moho.

  • Riesgos legales por incumplimiento normativo.

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